Agustín Fernández Mallo se ha ganado a pulso ser considerado uno de los valores más determinantes de la última generación de creadores literarios de nuestro país. Primero, gracias a la creación de la Poesía Postpoética que, a partir del año 2000, le llevó a firmar todo un conjunto de libros que, de alguna forma u otra, revolucionaron el panorama poético. Y, sobre todo, a partir del 2006 se propone colonizar también la novela y para ello pone en marcha el Proyecto Nocilla (que no vamos a explicar aquí ya hora porque, básicamente, asumimos que todo el mundo conoce de sobras). A partir de ahí, Fernández Mallo se ha dedicado a explorar otras áreas como el spoken word (junto a su hermano de armas Eloy Fernández Porta) o la música (junto a Juan Feliu en Frida Laponia), sin dejar nunca la literatura, claro. Y, de hecho, ese área es el que nos ocupa, ya que la nueva novela de Agustín Fernández Mallo tiene todas las papeletas para convertirse en uno de los acontecimientos del 2014.
“Limbo“, editada por Alfaguara, parte de diversas historias que, aparentemente, nada tienen que ver las unas con las otras: una mujer que explica el secuestro que sufrió en México D.F.; una pareja que cruza Estados Unidos en coche buscando la quimera del Sonido del Fin; dos músicos que se autoexilian en un château de Francia para dejar constancia de su obra definitiva; un escritor español que narra la génesis de su amor por una mujer que conoce en una librería mexicana… A partir de aquí, el destino moverá sus hilos para, como un personaje más en la trama, ir entrelazando las existencias de todos estos personajes. Sin lugar a dudas, conociendo la capacidad de Agustín Fernández Mallo para arrancar poesía a la existencia común de sus personajes, este “Limbo” es un lugar donde querremos vivir durante mucho tiempo.